Entrevistamos a Emil Montgomery, reconocido compositor de estilo electronico de nuestro pais.
· ¿A qué edad surgió tu interés por la música?
Desde que tengo memoria. Siempre fui ávido por la música y muy curioso, porque recuerdo que desde chico experimentaba con cualquier instrumento que estaba a mi alcance: Guitarra, flauta, piano…incluso las cacerolas de mamá, con las que me armaba mi set de batería! Tuve la suerte de que en casa la cultura de la música estaba presente. Mi hermano tocaba guitarra. Mamá trabajaba en el Palacio de la Música ( años 70’s) y cada tanto aparecía con un vinilo de los Beatles, Bee Gees, The Carpenters y los compilados con los hits de moda que sacaban las discotecas más importantes de aquel entonces, como Ton Ton. Había otra serie de compilados como los volúmenes de Timex Sound, Música para bailar en Jeans, etc., y yo les gastaba los surcos poniéndolos en la bandeja Phillips que teníamos. Una y otra vez. Aún los tengo. Eso me conectaba con la música disco, el rock y el pop. Y por otra parte papá tocaba el piano. Los domingos se armaba el unplugged en el living. Los vecinos se acercaban y crecía la platea. Qué lindo recuerdo! Y tocaba Piazzola, Mozart, Beethoven, Stravinsky, por lo que mi oído y cultura musical estaba llena de diversos géneros que años después me darían la libertad para crear y fusionar cosas que normalmente pareciese que no van.
· ¿Tu familia te apoyó en esto o estaban en desacuerdo?
Sí y no. El estigma que implica ser artista es algo difícil de trascender. No solo para el artista, sino para su entorno. Y esto pasa no solo en Uruguay sino en todo el mundo. Aparentemente ser artista se considera como un hobbie o un don destinado solo para elegidos. Si estás en una reunión y te preguntan a qué te dedicas y les respondes por ejemplo: soy dee jay, lo más probable es que recibas una sonrisa difícil de disimular con el siguiente comentario detrás: “No, digo que haces para vivir?” Y si no está el otro, que te idealiza y te dice: paaaahhh qué bueno! ojalá yo pudiera ser como vos! Como si no fuésemos todos trabajadores que nos especializamos en distintas áreas teniendo dones diferentes. La gente proyecta cosas. Cosas buenas y cosas malas. Los padres se preocupan más que nadie por tu bienestar y no pueden evitar proyectarte sus miedos, sus preocupaciones e inseguridades. Su experiencia de vida. Papá hizo 12 años de estudio en piano con el Maestro Hugo Balzo, uno de los más grandes pianistas del Uruguay. Y se recibió con todos los honores. Pero no se desarrolló como concertista porque evaluó que dadas sus circunstancias materiales debía encontrar una actividad de remuneración más concreta. Se recibió como contador y por suerte le fue muy bien. Por lo que cuando dije que me iba a dedicar a la música seguro le saltó la térmica viéndose reflejado en mí. Reviviendo todo aquello. Y tuve mis discusiones. Pero por suerte mi carácter es firme y cuando quiero lograr algo y estoy convencido nada me detiene. 3 años después de mi anuncio, estaba haciendo mi primer concierto de música electrónica con video proyecciones y hologramas láser (año 90) . Hice 2 fechas y las dos llenas. Tres meses después monté una temporada de 16 conciertos viernes y sábados en el Teatro de la Alianza Francesa que ya no existe. Todos sold out. Ahí se dieron cuenta de que iba en serio y me apoyaron con todo.
· ¿Cuál fue tu inspiración para elegir la vocación?
Es difícil responder esa pregunta así tal cual, porque creo que una vocación no se puede elegir. La inspiración y la vocación son el algunos puntos lo mismo. Es algo así como el amor. No elegís a quien vas a amar, sino que lo seguís cuando sucede. Por eso en mi punto de vista la vocación tiene ese valor. Podes seguirla pero no la elegís. Pero sí que han habido acontecimientos fuertes en mis primeros años que definieron pautas importantes. Algunas contadas más arriba, y otras que incidieron definitivamente en el estilo de música y shows que desarrollé en Uruguay en la década del 90. Un concepto que hoy es común, y que en formatos de música electrónica lo vemos en festivales como Tomorrowland, Ultra, etc. Pero por aquel entonces yo era el único que lo desarrollaba. Fusionar música electrónica y visuales, lásers, personajes…contar una historia, meter en un viaje a la gente acercándola a mundos que están fuera de lo cotidiano. Ese feedback entre mis ideas y la aceptación creciente del público de mi propuesta, me permitió tener más confianza y madurar más y más mi concepto, llevándolo a niveles masivos tal como ocurrió en el show que hice en las escalinatas del Palacio Legislativo en 1995 en el que reuní a 300,000 espectadores. O el del 98 en la rambla de Punta del Este, que convocó a 100,000. Nunca más se hicieron eventos con ese nivel de masividad en Uruguay. Y eso me dejó claro que mi camino era este. Creo que mi inspiración fue fundamentalmente esa. El público. Querer darles siempre más. Más calidad. Más ideas. Siempre respeto.
· ¿Hiciste cursos o fue gradual?
Hice de todo. Pensá que en los años 80 en Uruguay apenas se sabía lo que era un sintetizador, una drum machine, un controlador o lo que sea dentro del mundo de la música electrónica. Comencé produciendo con un radiograbador doble a cassette y con un órgano casio de esos chiquitos. Tenía en mi cuarto bobinas con filtros caseros y cualquier cosa que emitiese un sonido electrónico. Grababa dos pistas en un cassette y luego lo reproducía junto con dos señales más para grabar el otro. El resultado eran pistas experimentales realizadas con 4 canales mono. Un par de años después me compré un sintetizador mejor y una Atari. Una de las primeras computadoras dedicadas a secuenciar midi. Y allí creció el estudio! Pero todo lo aprendía experimentando. Pensando, escuchando cosas de otros artistas y rompiéndome la cabeza para develar los misterios que hoy ya no son secretos para quien tenga internet. Antes no había internet. No habían tutoriales. No había como hoy cursos para productor de música electrónica a la vuelta de la esquina. Casi nadie conocía estas cosas excepto pocas personas. Tuve la suerte de en algunas materias formarme con quienes fueron vanguardistas en Uruguay, salidos de la verdadera escuela de la música electrónica. Esa que surgió en Alemania en el 50 de la mano de Stockhausen. Gente como Coriún Aroñán, Daniel Maggiolo, Toto da Silveira, Luis Jure, Ulises Ferretti y Leo. Recuerdo que el único lugar a donde podías ir a aprender algo era en un curso llamado Midiscopio, que dirigieron en el 88 Maggiolo, El Toto y Leo. Y aparte, el material de consulta más importante de la época eran las revistas Keyboard y El Musiquero. Perocasi todo lo aprendí solo, con intuición, prueba y error.
· Háblanos sobre tu estilo en particular y cómo llegaste a él.
Bueno, de alguna forma más arriba hablo de mi estilo, de cómo lo fui puliendo y sobre todo lo que respecta a la parte del performance en vivo. Pero siendo más concreto a nivel musical, podría decirte que nunca lo encasillé en una etiqueta. Ambient, Techno, New Age, Down Tempo, Experimental, Incluso Marcha han sido algunas de las palabras usadas por parte del público y los medios al referirse a mi trabajo. Pero yo no me fijo en eso. No me importa a la hora de crear si es demasiado melódico para ser Techno, o si el estilo del groove es más de House. A la hora de crear creo y punto. Claro que utilizo técnicas de todos los estilos. Pero me gusta innovar, porque de esa forma siento que sigo siendo yo. Esto sucedió cuando produje aquel Hit que casi todos han de conocer en el ámbito de la música electrónica de pista: “Space is a Dream” que al día de hoy sigue siendo un clásico de la música electrónica en Uruguay. Pero en aquel año 93 me animé a mezclar candombe con marcha, que así se decía a lo que sonaba en Ibiza en aquel entonces. Parecía como mezclar a Pimpinela con David Guetta (ojo que quizás funcione jajajaja. Por lo que he visto que produce Guetta hoy) Pero arrasó! Sonaba en todas las discotecas de Uruguay. Hasta en radios donde pasaban tango! Y si hubiese pensado en función de estilos no me hubiera permitido hacerla, y no se habría abierto la puerta para que luego otros productores lo intenten con otras cosas como el tango, etc. quienes también tuvieron éxito internacional. Nunca seguiré pautas establecidas porque sencillamente están establecidas. Por quién? No lo hago ni por religión.
Prefiero arriesgarme a ser un solitario incomprendido que traicionar mis sentimientos al bajo precio de la aceptación.
¿En qué momento se dispara tu carrera?
Desde el principio mismo! Gozo de la suerte de que desde el inicio el éxito me acompañó.
Pero mi mayor momento de popularidad en Uruguay fue entre el 94 y el 2000. Cuando produje “Space is a Dream”, los conciertos masivos y las ideas más locas e improbables que pudieran suceder!
· Cuando compones ¿Cuál es tu inspiración?
Me inspiro desde la luz, desde la energía de la naturaleza, desde los sentimientos más nobles que tiene nuestra especie. Hay músicos que se inspiran desde la tragedia, el resentimiento, el conflicto y el dolor.
Todo es válido pero mi naturaleza es la luz. Por eso mi música tiene contenidos melódicos y armónicos bastante más complejos que lo normal. Para mí la música tiene que ser lo más expresiva posible.
· ¿Con que artistas has compuesto y/o compartido escenarios?
Compartido escenario con muchísimos. Todos y cada uno de los artistas quienes han trabajado conmigo en una puesta en escena, más allá de que fueron contratados en ese momento son grandes artistas. Compuesto mano a mano con ninguno. En el ámbito de la música electrónica uruguaya lo más cercano a esa experiencia han sido las colaboraciones en mis shows de artistas como Ariel Perazzoli, Daniel Anselmi, Fernando Picón, Javier Misa, Joaquín Buriani, Laia, Oscar Valdez, Paola Dalto, entre otros. En otros ambientes de la música compartí con grandes como Kitaro, Suzanne Ciani, Lito Vitale, Hugo Fattoruso, Lobo Nuñez, David Montenegro y Sandra Scorza, entre otros.
· ¿Te identificas con algún artista?
Con muchos. No solo por lo que producen sino por su filosofía de vida.
Uno de los más importantes: Vangelis, Jean-Michel Jarre, David Bowie, John Lennon, Freddie Mercury, Dead Mau5, y tantos otros. En cada uno de ellos hay cosas mías.
· ¿Te has interesado alguna vez por otro estilo musical?
Siempre. Me gusta el tango, casi todo lo mal llamado clásico, la electrónica, el pop, el rock, el folklore uruguayo, mexicano, africano y celta. Algunas cosas de la salsa.
· ¿A qué lugares te ha llevado tu música?
A México, Inglaterra, Francia, España, Brasil, Argentina, Finlandia, USA, alguno me ha de quedar por ahí perdido.
· ¿Qué has tenido que sacrificar por esta carrera?
No sé si siento que haya sido sacrificar, pero tuve que dejar atrás amistades envidiosas que no soportaron mi éxito, relaciones de pareja que tampoco, muchísima energía y tiempo que dediqué a mi trabajo, la zona de confort que te brinda el no arriesgarte por tus sueños.
· ¿Hay alguien que te inspire en estos momentos?
No exclusivamente. Vivimos en un mundo con exceso de información. Hay tanta tanta gente produciendo música que no es como antes, que solo algunos editaban un álbum y sonaban en la radio o hacían un show. Vivías con la expectativa de cuando saca su nuevo álbum. Hoy son millones. Hay gente emergente que trae cosas interesantes y gente que hizo cosas interesantes que ya no las hace. Como todo, las referencias en un mundo tan veloz como éste son pasajeras. Sobre todo si los artistas se entregan al mercadeo. Y pasa que a medida que uno va creciendo (al menos en mi caso) la referencia es uno mismo. Lo que pienso, lo que siento. Sinceramente no recuerdo un nombre cuya producción me haya sorprendido en los últimos años. Todo suena a lo mismo. Nadie rompe el molde. Solo pasa que algunos son más mediáticos que otros y venden lifestyle. La selfie en la cabina, la selfie en el bolier room, la selfie con minitas, la selfie con escote. Lamentable pero en gran parte excepto algunos artistas solo veo que venden eso, y lamentablemente la gente sigue comprando en masa: Lifestyle. Me duele ver que la música se manoseé tanto.
· ¿Con qué artista te gustaría componer una canción?
La mayoría están muertos jajaja. Pero con Vangelis, Jarre, Dead Mau5, Eric Pridz, David Guilmour, Nine Inches Nails, Charlie García. Son los que se me vienen en mente ahora.
· ¿Hablando del futuro, ¿tienes algo en mente?
Siempre. No paro. A veces tengo más suerte y otras menos. A veces materializo todo y otras no logro ni la mitad de lo que me imagino hacer. Pero siempre estoy creando, caminando y planteándome desafíos: Actualmente me encuentro en Europa desarrollando para el año que viene un proyecto muy ambicioso que nació en la Antártida, donde estuve 15 días el febrero pasado. Tiene que ver con un poco de todo lo que hablamos. Un tour con un show de música electrónica de primera. Con visuales y performances que te cuentan historias y te meten en un mundo lleno de cosas. Que te dejan un mensaje positivo. Que podes bailarlo, pero también verlo. Cada cosa que me planteo hacer siempre pienso que será más grande que la anterior.
· ¿Alguna anécdota que nos puedas contar?
Hay una muy graciosa que siempre recuerdo. En el año 95 cuando estaba produciendo el concierto en el Palacio Legislativo dirigía todo. Siempre fue ese mi estilo porque solo yo tengo el show completo en mi cabeza. Programaba las luces y láseres de noche junto a los ingenieros. Ensayaba de día con los músicos. Incluso los medios de comunicación se trasladaban hasta allí para hacerme las entrevistas. Todo el predio de las escalinatas era de uso exclusivo de mi producción, y como no tenía tiempo de ir y venir de mi casa até una hamaca paraguaya debajo del escenario, entre las estructuras. Allí prácticamente viví 2 o 3 días. Hasta que llegó el día del show y por supuesto yo como siempre revisando y repasando cada detalle para que todo sea lo más perfecto posible. Faltaban creo que 3 horas para el inicio del show. Ya habían personas llegando en bandas. Me fui con el remise que tenía disponible a casa a bañarme y prepararme. Cuando llego a Agraciada, a unos 300 metros del escenario, ya no había paso con coche. Todo era una masa impenetrable de gente y por dentro pensé, pucha, se me escapó este pequeño detalle! y ahora como llego al escenario! Como era una rotonda, no había forma de llegar por detrás. Eran ríos de gente llegando desde todas partes. Había un policía de tránsito con una moto a unos metros del coche. Nos acercamos, bajé la ventanilla y le dije: “soy Emil Montgomery, tengo que llegar al escenario!” me miró cagándose de risa y me dijo: “y yo soy el ratón Mickey…andá!! Entonces saqué la cédula y se la di, No dejaba de mirarla y compararme con la foto y en esa me da la cédula de vuelta, se monta en la moto y me dice: “seguime” prendió sirenas y arrancó casi que atropellando gente. Pudo abrirnos paso hasta la parte de atrás del Palacio. Estaba oscuro. Me bajé y tuve la suerte de entreverarme entre la gente y escuchar sus comentarios, sentir su expectativa. Fue una experiencia que nunca voy a olvidar!
-Gracias Emil Por tu tiempo.